La obscenidad de la sed.

Estaba yo, como todos los días, escuchando el programa El Sol de la Mañana y, en medio de las conversaciones sobre el aumento de salario de RD$70,000.00 de los senadores, se contacta con cabina la senadora por la provincia Dajabón, la tristemente célebre Sonia Mateo.

Recordé al escucharla la vez que dijo con vehemencia que “ni muerta acepta modificar la Constitución para permitir la reelección presidencial” y menos de un mes después cambió el discurso luego de que le aseguraran su puesto en el senado.

Pensé que diría una barrabasada, pero su declaración superó con creces mis expectativas.

La ilustre justificó el aumento salarial a los senadores porque, a su entender, “a veces no tiene para una botella de agua”.

Con estupor la escuché decirle a los panelistas: “¿Usted cree que es justo yo andar en Santo Domingo y no tener una botella de agua aquí en mi vehículo para tomar agua?”.´

¡Que maldita sed!, pensé.

Es que con RD$250,000.00, que es el salario base (sin el famoso aumento) de un senador, se pueden comprar 16,666 botellas de agua común y corriente, o 2,232 botellas de agua Perrier de 750ml.

¿De qué se queja la senadora? Al parecer necesita aumentar más su salario para poder incluir la toma del preciado líquido en su presupuesto.

En mi mente calculé y me di cuenta que lo peor no es la falta de organización de la senadora a la hora de abastecerse de agua, sino que es algo más grave y profundo.

El problema que veo radica en que con esos RD$70,000.00 que se aumentaron los congresistas, multiplicado por los 32 senadores que tenemos y luego por los 4 años de gestión (incluyendo doble sueldos), tenemos un total de RD$125,440,000.00, léase: CIENTO VEINTICINCO MILLONES CUATROCIENTOS CUARENTA MIL PESOS.

Entonces me empecé a preguntar: ¿cuántas butacas representa este monto? ¿Cuántas camillas, máquinas de hemodiálisis o insumos médicos? ¿Cuántas operaciones de emergencia se realizarían? ¿Cuántos limpiabotas sacaríamos de la calle?

¡Tantos cuántos sin resolver en nuestra sociedad que opera con tantos déficits!

¡Pero nada! Quizás con esta ola de calor, sea más importante para el futuro de la nación, satisfacer la sed obscena de la Ilustrísima senadora de Dajabón.

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  1. La imagen publicada es propiedad del equipo de  KeDifícil.
  2. Si quieres aportar para que la Senadora Mateo pueda comprar su agua, dona aquí:
    https://www.gofundme.com/2mrmwfg

 

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